Cuando se trata de comida italiana, los platos de pasta son una opción popular para muchos. Una de las mejores formas de añadir sabor y chispa a estos platos es mediante una salsa. ¿A quién no le gusta el clásico, un toque de salsa casera? Desde las clásicas salsas rojas a base de tomate hasta la cremosa salsa alfredo, hay tantas variantes que nunca te cansarás de cocinar platos de pasta. Aquí tienes unas cuantas recetas fáciles de salsa que harán que tus platos de pasta sigan siendo interesantes y deliciosos.
Salsa clásica de tomate y albahaca
Esta salsa es una base clásica y versátil para muchos platos de pasta. Empieza con tomates frescos, pero puedes usar fácilmente tomates en conserva si no tienes frescos a mano. Saltea un poco de ajo fresco en aceite de oliva, añade los tomates frescos troceados y déjalos cocer a fuego lento unos minutos. Cuando los tomates se hayan ablandado, añade un chorrito de vino tinto, un poco de azúcar y una generosa pizca de albahaca fresca picada. Deja que la mezcla cueza unos minutos más, o hasta que alcance el espesor que desees.
Salsa Alfredo
Esta cremosa salsa es una alternativa rápida favorita a la clásica salsa de tomate. Se hace derritiendo mantequilla y añadiendo un poco de nata espesa, una pizca de parmesano y un poco de nuez moscada. Deja que la mezcla cueza a fuego lento unos minutos, o hasta que adquiera la consistencia cremosa perfecta. También puedes añadir un poco de pollo cocido y perejil fresco picado, o una pizca de pimienta negra.
Salsa Arrabbiata
Si buscas un poco de sabor para tu salsa, la salsa arrabbiata es una gran opción. Empieza con cebolla y ajo salteados, y luego puedes añadir copos de chile, un chorrito de vino blanco y una lata de tomates troceados. Deja que la mezcla hierva a fuego lento hasta que adquiera la consistencia deseada. Para darle más sabor, también puedes añadir algunas aceitunas picadas.
Salsa Verde
Si buscas una salsa un poco diferente, no busques más: la salsa verde. Se hace mezclando perejil fresco, alcaparras, ajo y un poco de zumo de limón. También puedes añadir anchoas, aceitunas o incluso un poco de cebollino. Utiliza la salsa verde como base para muchos platos de pasta sabrosos, como la puttanesca.
Salsa Pesto
Esta salsa italiana clásica es una excelente cobertura para los platos de pasta. Se prepara mezclando albahaca fresca, piñones, parmesano y un poco de aceite de oliva. También puedes añadir un poco de espinaca fresca, o incluso un poco de col rizada o rúcula. La salsa pesto es perfecta para platos más ligeros, como una sencilla ensalada de pasta caprese.
Salsa Marinara
Esta salsa es un clásico para muchos platos de pasta. Se prepara cociendo a fuego lento cebolla y ajo en aceite de oliva, y añadiendo luego una lata de tomates troceados, un chorrito de vino tinto y una pizca de orégano fresco. Deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos minutos, o hasta que se cocine a la consistencia deseada. También puedes añadir corazones de alcachofa, pimientos rojos asados o incluso zanahorias ralladas para darle un toque extra de sabor.
Salsa Cacik
Esta salsa turca es una gran opción para quienes buscan una alternativa más ligera a las clásicas salsas de tomate. Se prepara mezclando yogur colado, pepino, ajo y un poquito de sal. También puedes añadir un poco de menta fresca para darle más sabor. La salsa Cacik es perfecta para coronar platos de pasta ligeros, como una ensalada de pepino y tomate.
Desde la clásica salsa de tomate y albahaca hasta la cremosa alfredo, existen infinitas posibilidades a la hora de hacer salsas para platos de pasta. Experimenta con distintos ingredientes y comprueba lo que se te ocurre. Tanto si estás haciendo una simple marinara como una sabrosa arrabbiata, estas sencillas recetas de salsa te ayudarán a mantener tus platos de pasta deliciosamente frescos e interesantes.